Para todos aquellos que, como yo, crecieron con el Hard Rock y el Heavy Metal de los años ochenta, los primeros años de la década del noventa fueron algo así como una estocada en el pecho. Los grandes grupos como Maiden o Priest experimentaban arriesgados cambios de identidad, Metallica dejaba de ser el prodigio del Metal extremo para convertirse en una banda tan comercial como los Guns´n´Roses que precisamente habían dejado de ser los forajidos del Hard Rock para convertirse en una "Gran Orquesta de Mierda" como alguno los llamó por aquel entonces. Las bandas de Hair Metal intentaban, cual manotazo de ahogado, adaptarse a los tiempos que corrían, pero era inútil, ya se habían excedido tanto en la repetición de su fórmula que nadie quería oír mas de ellos. Las mallas de Spandex de color y el pelo batido con Spray le dejaban lugar a los jeans con camisa a cuadros , la raya al medio y la crema enjuague . Había surgido "la música alternativa" que , al igual que el punk frente al rock sinfónico, le recordaba al mundo que para tocar rock duro no había que ser un egresado de Berkley, y lo mas cómico es que al principio todo se confundía: aún hoy recuerdo artículos de la revista Metal Hammer que dedicaban carillas enteras a Nirvana, Faith No More o Red Hot Chili Peppers. La cosa no estaba para nada clara, Anthrax grababa Rap, los Beasty Boys coquetaban con el Metal, Aerosmith descubría la formula de la música pegajosa para adolescentes, Helloween perdía el rumbo, el Thrash Metal se hacía cada vez mas extremo de la mano de Pantera, bandas como Faith No More o Alice in Chains comenzaban a pisar fuerte pero era difícil etiquetarlas como Metal y en ese mismo contexto teníamos como un claro ejemplo a Extreme que no era ni una cosa ni la otra.
A pesar de que pasaron veinte años , mi sensación sobre aquellos primeros años de la década del noventa sigue siendo la misma. La industria de la música había decidido que el Metal, tal como lo conocíamos y tal como nos gustaba , ya no era "cool" y eso se ve que me quedó impregnado en la médula. Hice varios intentos de asimilar lo que estaba "de onda" pero no hubo caso, en el fondo la situación me generaba odio y rebeldía. Empecé a sentir bronca hacia Metallica, a los Guns los aborrecía, la música alternativa me parecía toda igual, no podía creer en lo que se había transformado Aerosmith, a Nirvana los ignoraba, los Peppers me gustaban pero obviamente no como banda de Heavy Metal y a Extreme los tenía muy mal conceptuados. La sobre-exposición de la balada "More Than Words" y su ultra comercial "Get the Funk Out" se habían transformado en un árbol que me impedía ver con claridad el bosque que había detrás.
Pasaron unos cuántos años, hasta que un día, luego de escuchar por alguna radio justamente "More Than Words" se generó en mi cierta melancolía sobre aquella época tan singular y ya sin los prejuicios de juventud decidí darle una oportunidad al album "Pornograffitti". Mis estúpidos preconceptos me habían hecho desperdiciar la oportunidad de disfrutar de una gran banda de manera contemporánea a su éxito. Enseguida me di cuenta de que todo en la vida tiene un porqué y que seguramente , por más que hubiese comprado el disco en aquellos años , no lo hubiera apreciado como si lo hice 15 años después. Pero mas arrepentido aún, me sentí luego de escuchar la obra maestra que sin dudas es "III Sides of Every Story", uno de los mejores albumes de rock que se han grabado en los años noventa, que a mi entender , representa un viaje por el mundo del rock logrando combinar estilos que van desde el funk hasta el rock progresivo con una maestría inigualable.
El disco, además de ser el tercero del grupo, se compone de tres partes muy diferentes: la primera (Yours) bien rockera , la segunda (Mine) mas bien intimista y la tercera (The Truth) una verdadera épica progresiva.
El eclecticismo de Queen, la sutil pero omnipresente influencia de Led Zeppelin, el sonido de Hendrix, las cuerdas de los Beatles, el desparpajo de Van Halen,el vituosismo de Nuno,la versatilidad de Cherone, el funk, el rap, el rock, las orquestas, lo acústico, lo eléctrico, la melancolía, la euforia, la infancia, la religión, la política, la espiritualidad, el racismo, la fé , son algunas de las sensaciones que uno experimenta al escuchar esta obra que a pesar de su magnitud no fue muy bien recibida por la crítica de la época aunque es una clara representación de la misma.
En comparación con su predecesor, este ambicioso trabajo representó un fracaso comercial, algunos afirman que por no contar con un single fuerte como lo había sido "More Than Words" , yo creo , mas bien que el nombre Extreme de alguna manera había quedado ligado a la banalidad del Hair Metal y que a pesar de que la música de este disco fue la mas refinada que compuso el grupo, su destino ya había sido escrito grabasen lo que grabasen. Evidentgemente los chicos de la "Generación X" buscaban otra cosa,
"III Sides..." fue también el último disco que grabó la formación original y el penúltimo antes de la separación de la banda a mediados de los noventa luego de la edición de un deslucido trabajo con mas impronta Grunge que Hard Rock, como lo fue "Waiting For The Punchline".
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Fuí un gran escucha y consumidor de música, a principios de los 90s. Viví muy a full ésa época. Un buen día fuí a un local de electrodomésticos, y había cassettes entonces vi el III sides to every story, y lo compré. No me arrepiento para nada. Es un los más grandes discos que escuché en mi vida por lejos. Te felicito por tu reseña. Y comparto tu opinión, es uno de los mejores discos de los 90s. Es un super disco. Una genialidad. Maravillosos los Extreme. Saludos.
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